¿Por qué hay tan pocas mujeres científicas?

 
 ACERCA DEL 8 DE MARZO
Con la coordinación de Juana (encargada de Coeducación)
 CREAMOS UNA EXPOSICIÓN PARA SER VISITADA Y TRABAJADA.


 El debate sobre la escasez de mujeres en la ciencia fue provocado a partir de un estudio de investigación realizado en 1997 en Suecia, marcando un punto decisivo en Europa. Así, organizaciones de investigación, universidades y gobiernos no pudieron ignorar una prueba documentada de discriminación, cuando este hecho antes se había considerado anecdótico.



Los estudios indican que aquellas mujeres que permanecen en la ciencia afrontan la discriminación, con empleos más precarios y con subvenciones inferiores a sus colegas masculinos.



Lo cierto es que la orientación masculina de la ciencia no es la única causa que explica la baja representación de la mujer en este ámbito. La aceptación del estereotipo del macho científico o ingeniero es probablemente muy importante. Las mujeres, por oposición, tienen pocos modelos femeninos con los que identificarse y pocos líderes que las animen y empujen.




Es sabido que las mujeres cargan con el cuidado de los hijos. Dejan el laboratorio y el retorno se convierte en una difícil tarea. El tiempo que están alejadas del lugar de trabajo conduce al desconocimiento en nuevas tecnologías y en los avances recientes. El reciclaje es un asunto arduo, en el que no todas las empresas están dispuestas a intervenir. Muchos hablan de la conciliación familiar y laboral. Lo que falta por saber es si esta es una acción que se está implementando y que se convierte en un hecho cada vez más común o que al empresario no le compensa invertir en temas de igualdad.






¿Dónde se encuentra la solución? Las acciones pueden tomarse en diferentes niveles y, según los expertos, la forma más efectiva consiste en la educación. La escuela, la universidad o el puesto de trabajo son las áreas en las que actuar, en primer lugar.